Foto: A.Rojas Rabaneda
El Festival Tarraco Viva ha alcanzado una nueva edición como evento de divulgación histórica. Probablemente es la propuesta más destacada en Cataluña en cuanto a la difusión del patrimonio cultural y la historia.
Actualmente en Cataluña se celebran alrededor de 80 eventos de carácter anual que utilizan un periodo o momento histórico como reclamo de una actividad de fin de semana. Un ejemplo son los conocidos mercados medievales que suponen el 51% de los eventos. También localizamos otros enmarcados en diversos períodos históricos.
De todo este conjunto encontramos festivales, fiestas, mercados, ferias, etc. Cada uno de estos tienen objetivos propios. Algunos tienen un objetivo claramente divulgativo ligado a una oferta turística. Otros se conciben como fiestas locales o como acciones turísticas.
Actualmente, sólo un 15% incluyen actividades de recreación histórica. Un gran porcentaje elaboran espectaculares carteles de la feria, mercado o festival incluyendo imágenes que hacen referencia al mundo medieval, romano o de otros períodos. Esto genera en el visitante unas expectativas que luego no encuentra una vez visita el evento. Si analizamos los programas de muchas de estas actividades, una gran mayoría no incluyen absolutamente nada relacionado con el patrimonio cultural o la historia del período que publicitan. Se limitan a puestos comerciales desligados de la localidad y del nombre mismo del evento.
En los últimos veinte años hemos visto la creación y consolidación de propuestas de gran calidad que consiguen combinar en una misma actividad una concepción turista con una filosofía de difusión del patrimonio cultural local.
Lo que tienen en común el conjunto de eventos a los que hacemos referencia es que prácticamente todos alcanzan cifras muy altas de visitantes. Independientemente de los objetivos iniciales de cada uno de estos eventos la realidad es que tienen todos un poder de atracción muy acentuado. Pocas actividades consiguen estas cifras. En este sentido, en cualquier momento, pero especialmente en momentos de crisis como el actual, podría ser considerada una irresponsabilidad por parte de los municipios no aprovechar los miles de visitas que reciben estos eventos. Podría considerarse una dejadez no redefinirlos para activar acciones de apoyo al comercio local, el tejido asociativo, el turismo y la conservación, puesta en valor y divulgación del patrimonio cultural.
De este modo, debe llevarse a cabo llevar a cabo una revisión y redefinición de muchos acontecimientos, especialmente mercados medievales, que no dejan de ser una copia total de la que se celebran en municipios vecinos. Se hace necesaria, pues, la creación de eventos que se generen a partir de una estrategia, planificación y filosofía de activación del patrimonio cultural.
No se trata de un tema presupuestario. El elemento clave es la creatividad, la planificación y el uso de manera eficiente los recursos disponibles.
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